17 diciembre 2025
Introducción
- En un mundo cada vez más tensionado por los intereses energéticos y geopolíticos, las noticias sobre bloqueos, sanciones y despliegues militares nos recuerdan que el petróleo sigue siendo un eje de poder y conflicto. Lo que ocurre en Venezuela y el Caribe no es un episodio aislado, sino parte de una larga historia de disputas por recursos y soberanía.
Resumen de la noticia
- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado un “bloqueo total y completo” de los petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela. Según sus declaraciones, el país sudamericano está “rodeado por la Armada más grande jamás reunida en la historia de Sudamérica”, con buques de guerra, aviones y tropas desplegadas en la región.
El objetivo declarado es recuperar “petróleo, tierras y activos robados” y frenar actividades ilícitas como narcotráfico o trata de personas.
La medida ha dejado varios petroleros varados frente a las costas venezolanas y ha provocado que otros den marcha atrás para evitar ser interceptados.
El gobierno de Nicolás Maduro calificó la acción como una “grotesca amenaza”, acusando a Washington de intentar apropiarse de las riquezas del país.
Mientras tanto, empresas como Chevron continúan operando y enviando cargamentos de crudo hacia Estados Unidos, aparentemente sin obstáculos inmediatos.
Comentario personal
- Más allá de las cifras y los titulares, lo que se percibe es la fragilidad de los pueblos cuando los intereses globales se imponen sobre la vida cotidiana. El petróleo, que debería ser fuente de desarrollo, se convierte en motivo de bloqueo y tensión. Quizás lo más necesario hoy no sea acumular flotas ni sanciones, sino aprender a gestionar los recursos con dignidad y cooperación, evitando que las riquezas naturales se transformen en cadenas de dependencia y conflicto.
Artículo de referencia: https://tinyl.co/47Kg

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